Comer por ansiedad. ¿Cómo controlarlo?
Comer por ansiedad es un desorden alimenticio caracterizado por el impulso descontrolado en ingerir cualquier alimento así no se tenga hambre. Esto es causado principalmente por situaciones emocionales que provocan estrés, nerviosismo, tristeza o desánimo.
Síntomas
La ansiedad tiene muchos síntomas. Algunos se identifican fácilmente como: mareo, sudoración en las manos, calor sofocante, y otros más que señalan que la persona está sufriendo un ataque de ansiedad.
La ansiedad por comer o “hambre emocional” se manifiesta en el momento en que la persona come compulsivamente y sin apetito, y está considerado como uno de los problemas mentales más comunes en las personas de mediana edad.
Comer por ansiedad, presenta sus síntomas cuando la persona tiene necesidad de comer cuando se siente nervioso, cuando está bajo mucha presión emocional por trabajo o por cualquier circunstancia que le cause angustia, tristeza, entre otras.
Efectos en el organismo
Investigaciones han demostrado que cuando las personas sufren de “hambre emocional”, los alimentos que más consumen son los elaborados con grasas saturadas, postres con alto nivel de azúcar y harina, gaseosas y todos aquellos productos industrializados dañinos para la salud. Lo que pone en riesgo el bienestar de la persona, aumentando de peso, y haciendo aparecer enfermedades como la diabetes, hipertensión arterial, entre otras.
¿Cómo controlar la ansiedad por comer?
Controlar el impulso de comer por ansiedad no es tan fácil. Esto es porque no siempre el hambre, las emociones y los sentimientos son sencillas de manejar. En este sentido, para tener un mejor control y minimizar las ganas de comer que produce la ansiedad, se pueden seguir los siguientes consejos:
Ir con un psicólogo
Si la persona está consciente de que está padeciendo de hambre emocional, por el impulso incontrolado que tiene de comer, esta debe ir con un profesional en psicología que oriente al paciente en el manejo de la ansiedad y así le reduzca las ganas de comer de forma desmedida
Reconocer los momentos en que aparece el ataque por comer
En muchas ocasiones, los ataques de comer por ansiedad provienen de carencias afectivas o de algún evento que afecte a la persona en sus emociones. Estos pueden ocurrir desde el estrés causado por la presión del trabajo, malas noticias, un encuentro desagradable e incluso los cambios hormonales propios del ciclo menstrual.
Si se tiene la capacidad para detectar esos momentos en los que la sensación de hambre aparece; será mucho más fácil prevenirlos aplicando mecanismos que eviten el impulso de comer.
Practicar ejercicios de relajación
El yoga, la meditación o el Mindfulness son técnicas de relajación que ayudan a bajar la presión del día y reducir la ansiedad. La práctica de alguna de estas disciplinas habitualmente contribuye a mejorar los niveles físicos y mentales llevando al individuo a un nivel de relajación haciendo que los niveles de ansiedad desaparezcan.
Realizar ejercicio físico
El ejercicio físico ayuda en todos los aspectos, la práctica moderada y constante ayuda al individuo a aumentar los niveles de dopamina, además de ayudar al corazón y quemar grasa, relaja la tensión acumulada durante el día.
Beber mucha agua
Tomar mucha agua a diario, ayuda a mantener fuera de la mente las ganas de comer. Además de mantener al organismo hidratado.
Ocupar la mente
Cuando las ganas de comer aparezcan, se debe distraer la mente con actividades que saquen al individuo de pensar en comida. Leer, hablar con alguien cercano, escuchar música pueden ser actividades agradables que eviten la ansiedad de comer.