La dependencia emocional es un trastorno psicológico que sobrevienen de las relaciones personales. Bien sea de familiares, amigos o de pareja. Este estado psicológico afecta a infinidad de personas, y que aun siendo conscientes de este trastorno emocional, se aferran a ello. La principal característica que presentan las personas con dependencia emocional es la falta de autocontrol y de carencia cuando no están con la persona o las personas en la que centran su dependencia.
No siempre se presentan casos permanentes de dependencia emocional, pero así como suelen ser transitorios, se van a ir repitiendo a lo largo de su vida. Se presenta con más frecuencia en las relaciones de pareja.
Estudios señalan que psicológicamente las personas que son dependientes emocionales buscar relacionarse con personas fuertes de carácter, que sean posesivos, autoritarios y dominantes. De esta forma se mantienen sumisos ante el dominio de una relación tóxica y asfixiante sin tener la capacidad de decisión para abandonar o salir de esa relación.
Características de un dependiente emocional
Los dependientes emocionales se caracterizan por:
No pueden estar solos. Necesitan la presencia física y emocional de las personas que forman parte de su ansiedad o estrés. Puede ser la pareja, una amistad, la familia o los propios hijos.
Son infelices. Viven diariamente bajo presión o angustia, pero no tienen la capacidad emocional de salirse de esa relación tóxica en la que viven por el miedo a estar solas, o a no encontrar una relación donde realmente puedan ser felices.
La sumisión ante la pareja es típica en este tipo de personas. No son capaces de contradecir a quien les domina ni de expresar sus propias opiniones por temor a la discusión o al disgusto de quien tiene el control.
Son personas con muy poca autoestima. Se sienten acomplejados, inferiores a tal punto que piensan que siempre son traicionados.
Terapia para la dependencia emocional
En la actualidad, existe diversas técnicas para tratar este problema, que aunque no parezca es muy común. Las terapias se aplican y combinan en función de cada caso, puesto que no todos son iguales. Están las terapias EMDR, la hipnosis clínica, la EFT, las terapias de crecimiento personal y de pareja.
En resumen, el objetivo de la terapia para tratar la dependencia emocional, se enfocará en la persona que esté consiente de que padece este problema, que debe abandonar definitivamente todas las relaciones tóxicas que pueda tener, de este modo se puede detectar las causas de su dependencia emocional y orientar al paciente a no repetir el patrón al que ha estado inmerso a lo largo de su vida.