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Dibujar mandalas nos ayuda a relajarnos y manejar el estrés diario

Más allá de ser un dibujo artístico, de un entorno tridimensional sagrado, que están destinadas al aprendizaje de las verdades espirituales y a la meditación; dibujar mandalas ayuda a combatir el estrés porque brinda serenidad, permite minimizar la ansiedad y contribuye a desarrollar la creatividad. Pintarlos es un ejercicio sencillo, agradable y positivo.

Además de esto, mejora el estado de ánimo, ya que se encarga de equilibrar el espíritu, el cuerpo y la mente. Contribuye a conseguir que la persona en cuestión pueda expresar mejor y de manera más fácil lo que son sus sentimientos y sensaciones. Y eso se hará a través del uso que se haga de los colores.

Es una manera de divertida de ocupar el tiempo libre, incluso si se está en lugares donde toca esperar, nada mejor para pasar el tiempo relajado que coloreando mandalas. También ayuda a mejorar lo que es la motricidad tanto de las manos en general como de los dedos en particular. Colorear mandalas refuerza la paciencia e incluso la capacidad de esfuerzo.

Origen de la mandala

La palabra mandala procede del sánscrito y significa círculo sagrado. Es una representación del círculo de la vida tanto para el hinduismo como el budismo. Los colores que poseen los mandalas favorecen un determinado tipo de energía. Dentro del pueblo tibetano, por ejemplo, son muy habituales este tipo de manifestaciones artísticas.

En ellos confluyen el mundo espiritual, la naturaleza, el amor y, también, la curación. Es por ello que, dentro de esta perspectiva, más bien mística, los mandalas tienen las siguientes finalidades:

Los mandalas y los colores

Resulta interesante saber cuál es el significado que tienen los colores en los mandalas.

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