Antes de hablar de la felicidad y sus efectos físicos en nuestro organismo, daremos un repaso de lo que significa la felicidad y la importancia que tiene para nuestro bienestar.
Cuando hablamos de felicidad, hablamos de bienestar emocional, positivismo, buena energía, buen humor. Es estar conscientes de lo que queremos y lo que vamos a lograr. Es cuando sentimos que tenemos cubiertas todas nuestras necesidades físicas, materiales y espirituales. Y al final pensamos que la vida es bella y vale la pena vivirla y disfrutarla.
Entendiendo esto, cabe preguntarnos ¿cómo la felicidad influye en nuestro estado físico? Porque cabe aclarar que no solo por estar felices evitaremos un ataque cardiaco, un cólico estomacal, o un dolor de cabeza. La felicidad influye en nuestro estado físico siempre y cuando tengamos sentido de bienestar. Esto se logra con buenos hábitos como: ejercicios, dieta balanceada y descanso adecuado.
Teniendo claro ese factor, podemos decir que la felicidad tiene efectos físicos en nuestro organismo cuando:
Caminamos con entusiasmo
Cuando estamos felices, caminamos de una forma muy diferente a cuando estamos deprimidos o tristes. La felicidad se nota en nuestro andar porque adoptamos una postura erguida, con la cabeza en alto, pasos firmes y gestos de júbilo. Es como caminar por las nubes. Tenemos esa sensación de libertad. Cuando la felicidad nos invade todo circula mejor.
Mejoramos la respiración
En otros artículos, hemos dicho que la respiración es clave para mantener control emocional y es unos de los pasos primordiales cuando nos iniciamos en la meditación. En este caso, cuando estamos felices, nuestra respiración fluye de manera natural y sin control mental para nuestra relajación, incrementa significativamente nuestros niveles de bienestar físicos y emocionales.
Dormimos profundamente
La calidad de nuestro sueño aumenta cuando tenemos bienestar emocional y físico. Cuando somos felices nuestro cuerpo se relaja más fácilmente, los pensamientos son agradables y con gente que amamos; el insomnio no es bienvenido porque nada nos perturba emocionalmente. En otras palabras, logramos el descanso perfecto. Entonces felicidad tiene efectos físicos en nuestro organismo despues de un sueño profundo porque regenera nuestro sistema nervioso, nos da mas energia al despertar, ayuda notablemente en nuestra digestión, entre otras.
Los rasgos faciales son suaves
Cuando estamos tristes nuestra expresión facial cambia, se nota que estamos, de mal humor, con alguna preocupación o con un sentimiento muy negativo que nos hace muy infelices. Pasa todo lo contrario cuando nos embarga la felicidad, tenemos los ojos más abiertos, nuestros labios esta con una sonrisa, nuestro tono de voz es más vivaz y entusiasta. Nuestros rasgos faciales se suavizan tanto que nos vemos hasta más jóvenes.