Por la pandemia todas las redes sociales han posicionado el hashtag “quédate en casa”. El Covid19 ha dado la vuelta al mundo sin detenerse. Entre tanto los especialistas en materia de virus luchan día a día, sin dar pausa, por conseguir la cura al igual que los profesionales en la salud permanecen en su lucha constante por atender y ayudar a los contagiados. Por eso es que se nos pide #quedateencasa, salir solo cuando sea muy necesario, mantener una buena higiene. Esa es la parte que nos toca, no menos importante, y mucho más fácil de hacer.
Estamos claros, que los niños necesitan espacios para la recreación, es parte de su crecimiento y desarrollo. Pero por ahora deben permanecer en casa, sin jugar con amiguitos, pasear en el parque, ir al cine o la casa de sus compañeritos. Por ello debemos crearle espacios para el juego y la distracción.
Aquí queremos compartirles algunas de las actividades recreativas que podemos desarrollar con nuestros hijos mientras estemos en cuarentena. Éstas nos pueden servir para relajarnos un poco del aburrimiento, estrés y ansiedad que genera la situación que estamos viviendo.
Lo que realmente importa es aprovechar este tiempo para estar con la familia y dedicárselo, situación que pocas veces ocurre pues el trabajo, los horarios agitados y la rutina del día a día no lo permiten.
Es importante mantener los horarios habituales y rutinas en casa, es decir, levantarse temprano, asearse, las comidas, siestas, juegos y los descansos.
Promovamos espacios de diálogo en familia para saber cómo se sienten los niños respecto a la situación actual. Creemos una caja de emociones o mímica para de manera divertida ellos y nosotros podamos expresar nuestras emociones y sentimientos.
Creemos espacios para que trabajen de manera autónoma. Actividades cotidianas también son fuente de aprendizaje: busca recetas de cocina sencillas e involúcralos en su elaboración. Asígnales responsabilidades en los quehaceres del hogar. Si tienen patio con tierra crear un mini huerto y asignarles la tarea de cuidar las plantas.
Establece desafíos de aprendizaje e incentiva los pequeños logros. enseñarles, por ejemplo, un nuevo idioma o cómo jugar al ajedrez y luego de evaluar los contenidos impartidos. Acomodar la sala de la casa o el cuarto y conviértela en un cine para descansar mientras disfruta de sus películas favoritas.
Usar el baile para ejercitarlos o juegos a los escondidos para mantenerlos activos.
Dedicarle a diario tiempo para leer, así le creamos el hábito. Desarrollemos su capacidad de análisis, pidiéndole su opinión respecto a la historia o tema que hayan escogido de la lectura.
Practicar juegos donde involucren la imaginación, es decir, crear escenarios de aventuras y héroes a través del poder de la mente.
Los juegos de mesa en familia no pueden faltar. Tampoco los espacios para crear manualidades, hacer experimentos con lo que tengas a mano en casa.
Planifica una hora de la creatividad y motívalos a que hagan arte, ya sea cantar con el karaoke, dibujar cuadros para adornar el cuarto o crear cuentos.
Este tiempo no tiene porqué convertirse en un mal recuerdo para ellos ni el aprendizaje ser aburrido. Al impartirles las lecciones no hay necesariamente que reproducir los patrones de las escuelas. Ayudémoslos a nos sentirse inseguros ni con miedos. Sepamos encontrar la parte positiva. La resiliencia es una característica innata al ser humano y por estos días debe primar en cada uno de nosotros.