<head>Los abrazos tienen beneficios que muchos desconocíamos, y después de haber vivido tanto distanciamiento social a causa de un suceso mundial. Hoy más que nunca necesitamos del contacto físico. La sensación de sentirnos amados es inevitable. Basándonos en esto, es que siempre estamos buscando de manera consciente e inconsciente los abrazos de aquellas personas a las que queremos.
El contacto físico nos hace sentir vivos, felices, apreciados. Y aunque los abrazos nos hacen sentir tan bien, son muy pocos los que damos. ¿Y por qué será que no damos tantos abrazos cómo debiéramos? Si conociéramos todos los beneficios que tiene el abrazo, no nos cohibiríamos tanto de darlos.
Los abrazos y sus beneficios
Cuando damos o recibimos abrazos, la sensación es de seguridad, de amor, de relajación. El abrazo reconforta. Los beneficios de los abrazos son muchos, a continuación, destacaremos:
Seguridad e incremento de la autoconfianza
El abrazo crea en nosotros sentimientos de apoyo, protección y confianza. Si queremos una inyección de confianza para hacerle frente a una situación que nos provoque nerviosismo, un abrazo de apoyo es lo que necesitamos para sentirnos seguros y confiados.
Minimiza el mal humor y la apatía
Aunque parezca mentira, el abrazo estimula la circulación y hace que el cuerpo se relaje y bote toda esa tensión que pone de mal humor. A su vez, brinda bienestar emocional al hacernos sonreír. Al abrazar sentimos felicidad y seguridad, esta sensación elevar nuestra autoestima.
Fortifica el sistema inmune
Al dar o recibir abrazos, nuestro sistema inmunológico se fortalece. ¿Por qué pasa esto? Es simple, esto ocurre, el organismo fortalece la creación de glóbulos blancos. Estos glóbulos previenen muchas enfermedades y, si estamos débiles, mejorar nuestras defensas.
Reduce el riesgo de sufrir demencia
Al dar abrazos desde edad temprana se previenen problemas mentales. Gracias a que estos nos brindan tranquilidad, seguridad y confianza, equilibrando con ello nuestro sistema nervioso.
Los abrazos rejuvenecen el organismo
Los abrazos favorecen la oxigenación de nuestros tejidos. Aumenta la vida de nuestras células, y evita el envejecimiento prematuro.
Mejoran la salud del corazón
Los abrazos también son parte de una manifestación física del amor. Del mismo modo que cuando besamos a la persona amada, al abrazar, al ser querido, también provocamos efectos reales en nuestro organismo. En concreto, se produce un aumento de los niveles de oxitocina.
La oxitocina es un poderoso neurotransmisor que proporciona placer, quita el malestar físico y mental. Además, también mejora el sistema cardiovascular y la salud de nuestro corazón. Abrazar, por lo tanto, es la manera más placentera y natural de prevenir o mejorar las enfermedades cardiovasculares.
Los abrazos reducen el miedo a la muerte
Tanto los abrazos como las diferentes formas de contacto físico, cariñoso o amistoso nos reconfortan. De hecho, reducen el miedo con que nos enfrentamos a la muerte. Esto nos supone una gran fortaleza interior y, a la vez, una necesidad por abrazar a las personas que también lo necesitan.
El simple hecho de estrechar entre nuestros brazos a una persona, a un animal o, incluso, a un árbol, nos ayuda a afrontar con más serenidad las situaciones que se vayan presentando. También nos facilita aceptar con resignación el inevitable momento en que acaba nuestra vida.