El manejo del estrés con inteligencia emocional es la capacidad que tenemos de reconocer nuestras emociones y cambiarlas cuando nos afecten. Esta técnica nos faculta a tomar conciencia de nuestras emociones, comprender los sentimientos de los demás y ser más tolerantes frente presiones y frustraciones, lo que nos posibilitará la mejor solución a los problemas.

El estrés es un conjunto de alteraciones físicas y emocionales que pueden dañar nuestra salud. Esta puede derivarse de cualquier pensamiento o situación que nos haga sentir frustrados, furiosos o nerviosos.

En este sentido, psicólogos y especialistas del tema, afirman que la inteligencia emocional es la herramienta idónea para combatir el estrés. Ya que ésta nos permite mantener un equilibrio interno, que nos protege  de condiciones externas que nos saquen de control y nos generen malestar.

Recomendaciones para el manejo del estrés

Especialistas y profesionales recomiendan para el manejo del estrés y fortalecimiento de la inteligencia emocional:

• Confiar en uno mismo. La autoconfianza nos capacita para el logro de nuestras metas.
• Siendo empáticos; es decir que percibamos y nos identifiquemos con los sentimientos, pensamientos y emociones de otros, dejando de un lado nuestras propias emociones.
• Siendo perseverantes. Así como el esfuerzo, la paciencia, la constancia y la voluntad nos conduce al logro de nuestros objetivos, también nos hace levantarnos y sacarnos de situaciones de mucha presión.
• Teniendo autocontrol emocional. Esto se refiere al manejo adecuado de nuestras emociones. Es no dejar que éstas hablen por nosotros. Es tener la capacidad de dominar tanto a las positivas como a las negativas y que se expresen de forma adecuada.
• Siendo disciplinados. Al hablar de disciplina nos referimos a el manejo de nuestra fuerza de voluntad. Es tomar con determinación el control de nuestros pensamientos y acciones hacia un propósito determina.

Fortalecimiento de la inteligencia emocional para el manejo del estrés

Fortalecer la inteligencia emocional para combatir el estrés no es para nada complicado, solo tenemos que poner en práctica algunas recomendaciones como:

Evitar situaciones que generen mucha presión

Son muchas las situaciones que pasamos a diario voluntaria e involuntariamente que nos provocan estrés. Por ejemplo, hay personas que se angustian si no llegan a la hora. Otras que se descontrolan si no se salen de sus rutinas. Algunas se enfadan si no hacen ejercicios; etc. Una buena manera de evitar esas emociones es planificando las actividades diarias para tratar de controlar los factores externos que a sabiendas nos van a sacar de control.

Hacer ejercicios

Al ejercitarnos, nuestro cuerpo segrega una serie de hormonas (dopamina, serotonina y adrenalina) que hacen que durante y después de la actividad física sintamos placer. Reinventemos y busquemos una alternativa para empezar a hacer deporte o una actividad física que nos permita sentirnos bien.

Aprende nuevas técnicas de relajación

Hay muchas corrientes que nos enseñan a vivir en el momento, a saborearlo y a disfrutarlo. Por ejemplo, la práctica de mindfulness, yoga, meditación. Hacer pilates es una buena forma de relajarnos. Con esta actividad estiramos músculos y oxigenamos nuestro cuerpo.

Hacer actividades placenteras

Al igual que con el ejercicio físico segregamos serotonina, también lo podemos hacer con actividades que nos satisfagan. Si somos del tipo de personas que nos gustan actividades como bailar, tocar un instrumento, escuchar música, cocinar. Cualquier cosa que nos de placer, pondrá en funcionamiento las serotoninas de nuestro cerebro.

Cuidar la alimentación

Con frecuencia, por falta de tiempo dejamos de comer de forma regular y debida, esta situación provoca mala digestión, problemas intestinales y sensación de malestar aumentando los niveles estrés. Si queremos aprender a manejarlo es importante que cuidemos la alimentación, con dietas que aporten las vitaminas necesarias para el cerebro.

Dormir bien

El descanso de la noche es muy importante para manejar el estrés. Lograr un sueño de calidad es altamente positivo para nuestro estado de ánimo, para nuestro comportamiento durante el día, para el control de nuestras emociones mentales, el sistema inmunitario y para nuestra salud física.