Nuestra relación con el dinero, es una reflexión que deberíamos tener presente. Porque aunque pensemos que nos llevamos bien con él es todo lo contrario. Esto es porque la mayoría de nuestros pensamientos siempre son negativos; es decir, pensamos en: lo que tengo que pagar, lo que me voy a comprar, lo que debería pagar.
Estos pensamientos, además de provocarnos estrés, nos impulsa a tener una mala relación con el dinero. Pues este no solo es gastarlo, sino hacerlo correctamente. El dinero causa muchos efectos en nuestra vida, así como puede enriquecernos, también puede generar ansiedad si se tiene y no sabemos como o en que gastarlo.
Cualquiera que sea el caso, tener una mejor relación con el dinero es tener una mejor relación con uno mismo. Para tener una vida plena deberíamos llenar los cuatro aspectos esenciales que son: Dinero, salud, propósito de vida y relaciones interpersonales.
Cómo mejorar nuestra relación con el dinero
Podemos mejorar nuestra relación con el dinero si nos enfocamos en nuestras finanzas partiendo de tres aspectos importantes: siendo sinceros con nosotros mismos, pisando tierra y sabiendo invertir.
Sinceridad con uno mismo
Como todas las relaciones sociales (de pareja, de trabajo, de amigos) la que tengamos con el dinero puede mejorar o empeorar. La sinceridad es la base para la confianza y la perdurabilidad de cualquier relación.
Los compromisos económicos por ser ignorados no desaparecen. Si no logramos controlar nuestras finanzas evitaremos el endeudamiento, si no sabemos cómo hacerlo, podemos pedir ayuda a un asesor financiero o a un amigo de confianza. Lo que realmente importa, es el compromiso que tengamos para resolver nuestras obligaciones de la mejor manera y sin que genere ansiedad, inquietud o preocupación.
Al tomar responsablemente el manejo de nuestro dinero, mejorará nuestra relación con él. El secreto está en el compromiso y no en verlo como la tabla de salvación para todos los problemas.
Pisando tierra
Tenemos que estar concentrados y pisando tierra en donde y en que podemos gastar el dinero. No podemos gastar más dinero del que ganamos. La mayoría de las veces no somos conscientes de nuestra capacidad adquisitiva y queremos comprar todo lo que vemos sin necesitarlo.
Para mejorar nuestra relación con el dinero tenemos que pisar tierra y plantearnos que es lo que realmente necesito, si invierto mi dinero en un proyecto, que tanto me va a generar de ganancia y en qué tiempo. Es fundamental tener un estimado entre los objetivos que nos proponemos y el dinero que invirtamos. Siempre pensando en el futuro.
Las compras tienen que ser planificadas y tomando en cuenta las necesidades antes que los caprichos. Lo que se sacrifique el hoy será realidad mañana.
Saber invertir
Debemos tener presente que el dinero gastado es una inversión. Todo lo que se gasta genera un beneficio. Si nuestro dinero lo invertimos en productos baratos, lo más seguro es que su calidad no sea tan buena y terminemos reemplazándolo.
Las inversiones tienen que ser seguras y duraderas en el tiempo. El invertir en un producto de gama nos garantiza su buen funcionamiento. Por ende, es una buena inversión. Calidad es igual a dinero ahorrado a largo plazo.
Debemos tener presente que todas las relaciones requieren de atención, cuidado y respeto. Por lo tanto, nuestra relación con el dinero debe ser igual.
Recuerda que todas las relaciones requieren trabajo. En consecuencia, trata tu relación con el dinero con amabilidad, respeto y responsabilidad. Hagamos del dinero nuestra mejor relación y veremos como ya no gastaremos el dinero de forma descontrolada y sin significado.