La resiliencia es la capacidad que tenemos los seres humanos para afrontar situaciones traumáticas y salir fortalecidos de ellas.
La resiliencia conlleva a reestructurar nuestra mente, voluntad y espíritu en función de las circunstancias y necesidades nuevas a las que nos estemos enfrentando.
Cuando somos resilientes, no solo tenemos la capacidad de sobreponernos a las dificultades que nos haya tocado vivir, sino que van mucho más lejos. Es utilizar esas situaciones en pro del crecimiento y desarrollo personal. Es decir, la vida no es dura, sino que está llena de momentos difíciles.
Resiliente ¿Qué es?
¿Alguna vez, nos hemos preguntado por qué algunas personas tienen autocontrol y se mantienen serenas ante situaciones difíciles o catastróficas, en cambio otras parecen perder el control total y se derrumban ante este tipo de situaciones?
Pues esas personas que no se derrumban fácilmente ante malos momentos, son las que los psicologos denominan resilientes. Estas son personas que tienen la capacidad de enfrentar problemas, situaciones dificiles y contratiempos sin desvanecerse gracias a su poder mental.
Las personas resilientes utilizan sus energías para enfrentar los problemas y recuperarse de estos tomando como aprendizaje las experiencias vividas. Enfrentan las dificultades igual que la mayoría, solo que transforman esa angustia, dolor o ansiedad como parte de su crecimiento personal y fortaleciendo su mente.
La resiliencia no es un borrador que quita el estrés ni los acontecimientos negativos vividos. Solo nos hace enfrentar la vida desde otra perspectiva y dejándonos claro que nada llega fácil, que la vida es dura y siempre aunque no queramos pasan cosas dolorosas y terribles que no podemos controlar, pero que si podemos confrontar.
Factores que contribuyen a la resiliencia
Las personas no nacen resilientes. Esto se aprende mediante el autoconocimiento y autoestima, la empatía, la autonomía, afrontado los hechos negativos con positivismo. El desarrollo de estas cualidades y el hábito de seguirlas son las que en realidad forma a las personas resilientes.
La resiliencia nos protege de traumas que puedan dañar severamente nuestra salud mental, como la depresión, tristeza y ansiedad. A través de la resiliencia compensamos esos factores de riesgo dañan nuestra salud emocional.
¿Cómo podemos practicar la resiliencia?
- Creando relaciones interpersonales positivas y sólidas con las personas que más queremos nos sirven de apoyo y aceptación en momentos buenos y no tan buenos.
- Haciendo que nuestro día a día valga la pena. Es decir, realizar a diario cualquier actividad que nos satisfaga y nos dé la sensación de provecho.
- La retrospección del pasado nos ayuda a ver cómo afrontamos las dificultades en ese momento y como podemos hacerlo mejor en el presente.
- No podemos transformar el pasado, pero si podemos evitar caer en errores futuros. Aceptemos los retos y los cambios sin temor. Si podemos anticipar los cambios, es mucho mejor, porque podemos adaptarnos más fácilmente a los retos venideros con más tranquilidad.