Una buena relación social o interpersonal es aquella en la que encontramos motivos para reír e ilusionarnos a diario. Se basa en la confianza; es una relación enriquecedora donde todas las personas involucradas ganan, ninguna pierde.
Mantener una relación estable, feliz y comprometida no exige grandes sacrificios ni doctorados en psicología. A veces, el simple sentido común nos sirve de mucho, y, ante todo, el sincero deseo de cuidar a quienes amamos. Porque querer no es ofrecer sufrimiento, esa frase encajonada «quien bien te quiere te hará sufrir» es una falacia. En absoluto, las relaciones positivas son un tributo al respeto y a la ilusión.
Pilares que sustentan las relaciones interpersonales de manera positiva
Apego saludable
El apego saludable se refiere a esos vínculos de amor y cariño esenciales para que una persona crezca con seguridad y confianza. Se asemeja mucho en las relaciones de pareja. Todos necesitamos establecer un necesitado apego con la persona que amamos. Pero cuidado, no todos los apegos son saludables para construir una auténtica relación enriquecedora.
Apego basado en la confianza: Éste se construye sobre la base de la confianza mutua. Si somos personas maduras y seguras, no tenemos por qué albergar dudas, celos o desconfianza sobre las personas que amamos.
Relaciones ansiosas. Estas se forman en torno a la inseguridad. vivimos en constante desconfianza y con la duda de que en cualquier momento nos van a herir, engañar o cuestionar. Nos volvemos obsesivos compulsivos, controladores y manipuladores. Siempre tratando de controlar los sentimientos y emociones de los demás.
Apego distante: Muchos factores hacen que con el tiempo mantegamos relaciones a las que somos indiferentes, despreocupados e incluso llegamos a demostrar poco afecto por ellos.
Satisfacción de las necesidades básicas
Hay dimensiones esenciales que definen las relaciones enriquecedoras, tales como el ser respetados y entendidos. Recibir apoyo cuando lo necesitamos, una palabra acertada cuando caemos en la preocupación, ese abrazo que todo lo cura, esa mirada que todo lo explica.
Las personas tenemos necesidades, y a nivel interpersonal es esencial percibir que algunas de ellas son plenamente satisfechas. Y en el caso de las relaciones de pareja, es albergar un proyecto mutuo donde todos los esfuerzos tienen valor, y somos capaces de comprendernos e ilusionarnos día a día.
Capacidad para resolver problemas
Ahondemos un poco en esos factores indispensables que definen el que podamos solucionar un problema cualquiera, a nivel interpersonal: Capacidad de comprensión, empatía, capacidad adecuada de comunicación, no focalizarse solo en los aspectos positivos, aptitud para proponer ideas y no señalar solo defectos.
Reconciliación
Las relaciones positivas admiten que puedan existir errores, fallos o descuidos. Es normal. Pero, ahora bien, también esperamos que se disponga de esa capacidad indispensable para saber re-construir, re-habilitar, re-conocer el error y poner todos los medios para reparar lo sucedido.
Cometer un error es una gran oportunidad de aprendizaje y de conocimiento, de saber qué piezas son las que encienden el motor de nuestra relación para saber alimentarlo.
Sin no hay voluntad de «reparar» es que no existe auténtico compromiso, es dejar que el orgullo nos carcoma por dentro para establecer una clara distancia con la otra persona. Si de verdad queremos a alguien, pondremos todos los medios y capacidades por «curar», por cuidar mucho mejor ese bien tan preciado como es la amistad, la familia, la pareja.