Relaciones tóxicas. Como superarlas
Tener relaciones tóxicas es algo más frecuente de lo que pudiéramos creer. A veces confundimos enamoramiento con amor y acabamos inmersos en relaciones negativas colmadas de sufrimiento que nos amargan y complican la vida.
Creemos que el amor es eso y que hay que «hacer todo por amor». Cuando tenemos este tipo de relaciones no somos felices en ellas, y tampoco somos capaces de abandonarla.
Características de una relación tóxica
- Cuando sentimos una gran insatisfacción en la relación de pareja, pero no podemos salir de ella.
- Si en esta relación hay un permanente conflicto, y vivimos en ella más momentos negativos que positivos.
- Cuando nos damos cuenta de que «nos hemos perdido a nosotros mismos» por complacer al otro y que todo ha sido inútil.
- En el momento en que nuestra relación de pareja se convierte en una guerra de poder: sumisión vs dominación.
Por qué surgen relaciones tóxicas en pareja
Aprendemos a querer y a relacionarnos con otros en nuestra infancia de tal forma que a través de nuestro vínculo con nuestras personas significativas primarias (generalmente nuestros padres y hermanos) interiorizamos un modelo de relación interpersonal. De esta forma el entorno familiar en el que nos criamos va a condicionar en gran medida la posibilidad de que tengamos relaciones de pareja tóxicas o saludables.
Si crecemos en familias sobreprotectoras es frecuente que necesitemos el apoyo de los otros para ser felices. Esto se traduce en la posibilidad de tener relaciones de pareja con una necesidad excesiva de aprobación que puede abocarnos a una relación tóxica.
Cuando crecemos en familias orientadas hacia la complacencia de los demás podemos tener una tendencia excesiva a olvidarnos de nuestras necesidades priorizando las de los otros (en este caso las de la pareja) con conductas sumisas y complacientes «para conseguir y mantener el afecto del otro»
En familias frías y poco afectuosas predominan patrones afectivos con dificultad para vincularse y dar y recibir amor. Adultos que han crecido en este tipo de familias pueden reproducir con más facilidad este tipo de vínculo generando relaciones tóxicas con patrones de dominación/sumisión.
Cómo salir de una relación tóxica de pareja
Para superar una relación tóxica de pareja hay que identificar los factores que están manteniéndola y así lograr aprender a relacionarnos de una manera más saludable, de tal forma que la propia relación se convierta en un espacio para crecer como individuos y como pareja.
factores que inducen a una relación tóxica
Inestabilidad emocional. Cuando no nos sentimos estables emocionalmente y la inseguridad reina en nuestras vidas nos embarcamos en relaciones tóxicas que acaban convirtiendo nuestro día a día en una montaña rusa. Si nosotros nos encontramos estabilidad en nuestro interior difícilmente podremos proyectar equilibrio en nuestra pareja.
Baja autoestima que intentamos mejorar a través de la relación. Creemos que si nos mostramos perfectos y complacientes la otra persona nos encontrará «valiosos y maravillosos» y nos hará sentirnos más importantes. Esto es un error porque estamos regalando al otro la capacidad de juzgarnos y validarnos.
Sensación de abandono. Esto nos condiciona hasta el punto de «perdernos a nosotros mismos» y no ser quienes somos con la única finalidad de que no nos dejen.
La necesidad de controlar permanente lo que nuestra pareja hace cayendo a veces en conductas de celos que enturbian la relación y la llenan de discusiones, malestar, angustia y conflictos.
Dependencia emocional y un «ni contigo ni sin ti» que nos colma de sufrimiento e insatisfacción. La relación de pareja se convierte en una trampa y no en un lugar donde ser felices y crecer conjuntamente como individuos y como pareja.
Frecuentemente es necesaria la ayuda profesional para poder superar una relación de pareja tóxica. A veces esto es posible mediante una terapia de pareja en la que ambos miembros puedan tomar conciencia de los patrones erróneos que están generando la relación tóxica y superarlos. En otras ocasiones es uno de los miembros de la pareja el que necesita la ayuda de un psicólogo para salir de este conflicto y aprender a relacionarse de forma sana y gratificante.