Síndrome de indefensión aprendida es un estado mental, bien sea del ser humano o animal, que aprendió a reprimirse frente a situaciones difíciles. Permaneciendo en una actitud pasiva, incluso en momentos donde puede generar reacciones de enfrentamiento o huida.
¿Qué se entiende por síndrome de indefensión aprendida?
Es la forma como el ser humano evita enfrentarse a situaciones desagradables, y a su vez lo lleva a dejar atrás todo aquello que le genere problemas, por lo finalmente las personas terminan desarrollando pasividad ante momentos desagradables.
Las circunstancias de indefensión aprendida producen tres efectos cognitivos en las personas. Refuerzan la creencia de que no hay posibilidad de controlar las situaciones desagradables. Producen apatía y desmotivación, por lo que no intentan cambiar las cosas. Y afectan el proceso de aprendizaje, debido a que no se interesan en buscar una solución.
¿Cuál es el origen del término y quien lo descubrió?
Los primeros investigadores responsables de este descubrimiento son El Dr. en psicología Martin Seligman y su colega Overmairer. Ellos emplearon este término para tratar de explicar por qué un animal o una persona, que estaban en constante sufrimiento por condiciones dolorosas y adversas, no hacían nada para cambiar esa situación.
¿Cómo se identifica el síndrome de indefensión aprendida?
Generalmente, quienes presentan este síndrome, desarrollan síntomas que se integran en la personalidad del individuo. Los síntomas más comunes son: ansiedad frente a circunstancias negativas, desmotivación, desprecio por si mismo, pasividad. Estos son solo los más frecuentes.
Por lo general, quienes sufren de este síndrome siempre se victimizan, se menosprecian, se frustran y llegan al punto de sentir que su situación es causa del destino y no hay manera de revertirlo. Este estado emocional termina llevado al individuo a sufrir altos niveles de depresión y ansiedad.
Es primordial identificar el problema rápidamente y los síntomas que presenta, para ser tratado por un especialista, de manera que la persona pueda llevar una vida controlada, estable y donde pueda ver las soluciones.
¿Quiénes sufren indefensión aprendida?
- Indefensión en niños
Los niños que no son atendidos cuando lloran repetidamente y de la nada dejan de llorar. Se van acostumbrando a dejar de pedir atención, así sientan hambre, sueño, dolor, desaseo. Esto se comprobó en estudios realizados en hogares y orfanatos, donde el ambiente no tenía los recursos suficientes y se les hacía difícil prestarles atención a varios niños a la vez. Tras largo tiempo de desatención ante el llanto de los niños, estos fueron dejando de llorar, para ir adoptando una actitud completamente pasiva.
- Indefensión aprendida en violencia de género
Hombres y mujeres víctimas de violencia de género por vivencias de situaciones donde consideraban que no podían huir. Sometidos emocionalmente e imposibilitados a contarle a alguien lo que les sucede, principalmente porque los victimarios están todo el tiempo cerca de ellos. Son personas que sufren de diversas formas de maltrato que minimizan su autoestima y seguridad, por lo que no son capaces de pedir ayuda.
El bullyng es un caso de acoso que se ve frecuentemente en niños y sobre todo en las escuelas. Por lo general, los niños y adolescentes se sienten culpables y en muchas situaciones no tienen la edad suficiente para expresar con palabras lo que están sufriendo. Sienten que se merecen ese menosprecio, por ende, no buscan la manera de defenderse.
- Indefensión aprendida en animales
Muchas mascotas y animales adoptan síntomas de indefensión aprendida cuando han sido expuestas a distintas formas de maltrato o abandono. En muchas ocasiones, puede parecer que simplemente se trata de un animal bueno e indefenso, pero con el tiempo puede observarse que los animales carecen de ganas de vivir y adoptan una posición de sumisión constante.