Viajes: Cómo actuar después de la pandemia.
Los viajes bien sean de negocios o por vacaciones regresarán a nuestras vidas. Pero cómo debemos actuar ante estos cambios.
Con la industria de viajes en pausa y sin mucha claridad sobre cuándo las cosas volverán a la normalidad. Viajar en el mundo posterior al coronavirus no será lo mismo que antes y tendrá que enfocarse en la sostenibilidad, así como adaptarse a las nuevas necesidades.
Viajar nos brinda la oportunidad de conectarnos con otros. encontrar inspiración en formas de vida extranjeras y apoyar las economías locales. Pero también tiene impactos negativos en el medio ambiente. Las emisiones de carbono aceleran el proceso del calentamiento global y pueden ser perjudiciales para los destinos y las comunidades si no se hacen de manera sostenible.
Ahora que el coronavirus ha obligado a millones de personas a quedarse en casa, hemos visto a la tierra disfrutar de un respiro muy necesario. Los canales de Venecia muestran aguas cristalinas, la contaminación del aire en ciudades como Milán se reduce, y la vida salvaje está volviendo a lugares que habían sido invadidos por los seres humanos.
Viajes tras el Covid-19
¿Qué implica esto para el futuro de los viajes? Expertos de la industria del turismo señalan:
Retorno lento
Todos los expertos coinciden en que los viajes regresarán gradualmente en el transcurso de los meses, por no decir años. La gente probablemente elegirá destinos locales durante un tiempo. “Inicialmente, la gente no querrá aventurarse lejos de casa, prefiriendo estancias de fin de semana en destinos a los que se pueda viajar en coche”. dice Misty Belles, directora de relaciones públicas globales de la red de viajes Virtuoso. “Es un primer paso importante. El 20% de la población se muestra preocupada por los viajes aéreos. … Restaurar la confianza del consumidor será una parte clave de la recuperación”.
Gregory Miller, director ejecutivo del Center for Responsible Travel (CREST), está de acuerdo. “Ciertamente, recomendamos como parte de una recuperación responsable que los viajeros reduzcan la cantidad de vuelos aéreos y busquen formas de viajar más sostenibles y que dejen menor huella”. Señala, y añade que espera que crezca el viaje por carretera. Si bien el viaje en tren puede ser la opción más sostenible, el viaje por carretera permite a las personas tener un mayor control de su entorno y evitar el contacto con extraños.
Nuevas normas para los hoteles
Cuando las personas comiencen a viajar de nuevo, serán cautelosos al principio. Muchas cadenas hoteleras, como Marriott y Hilton, han anunciado nuevos estándares de higiene y limpieza. Un paso importante, según Miller, quien cree que, para tener éxito, los hoteles deben comunicar claramente lo que están haciendo para mantener seguros a los viajeros. Las grandes firmas pueden transmitir mejor este mensaje, pero las propiedades independientes y los pequeños grupos de hoteles pueden tener más margen para adaptar sus políticas.
“Tendremos que abordar una nueva forma de procedimientos de entrada y salida, aplicando nuevos protocolos sanitarios, obligatorios para todas las actividades públicas, y vamos a ser muy estrictos con el fin de seguir todas las indicaciones de las autoridades sanitarias”, explica Giorgia Tozzi, gerente del Hotel Vilòn de Roma y miembro de Small Luxury Hotels of the World. “Sin embargo, estamos trabajando en nuevas formas y pequeños trucos que suavizarán estos procedimientos y transformarán las nuevas reglas de una manera menos traumática y, con suerte, crearán una experiencia agradable en consonacia con la elegancia y el estilo del hotel”.
Del mismo modo, Borgo Egnazia, miembro de Leading Hotels of the World en Puglia, implementará nuevas pautas de higiene y seguridad, incluida la digitalización del check-in, la reducción de material de papel y la ocupación para dar a los huéspedes más espacio para el distanciamiento social. Adriatic Luxury Hotels, que administra 12 hoteles en Croacia, está también implementando medidas de saneamiento, incluida la colocación de desinfectantes para manos en las entradas a los restaurantes, ascensores, spa y baños, desinfección frecuente del panel de control del ascensor y pasamanos de escaleras, limpieza profunda de áreas de cocina y mesas de buffet, y la provisión de máscaras y guantes.
El auge del alquiler de villas
Incluso con mejores prácticas de limpieza, la gente puede ser más cautelosa a la hora de interacturar con el personal. Por esta razón, Belles informa que la demanda de alquileres de villas está aumentando entre la red de asesores de viajes de Virtuoso. “Si bien las personas están ansiosas por volver a viajar, también quieren distanciarse socialmente”, dice ella. “Las villas son la solución perfecta, aunque los huéspedes renuncian a cosas como la limpieza de la casa y los chefs personales, que generalmente son parte del alquiler de una villa”.
Elena Fotiadi, directora de marketing de la empresa griega de alquiler de villas de lujo White Key Villas. No confirma que hayan tenido un aumento en las reservas para este verano, pero si que algunos huéspedes han señalado que las únicas vacaciones que desean este año serán en una villa aislada y no en un hotel. “Si las circunstancias lo permiten, el verano comenzará en Grecia a finales de junio; nuestro equipo, como siempre, estará en el lugar para controlar y supervisar el trabajo antes de su llegada y durante su estadía”, dijo. “Creemos firmemente que estas son acciones importantes que deben destacarse ahora más que nunca, y que una vez que hayamos regresado a nuestra nueva normalidad, las villas privadas administradas profesionalmente estarán entre las opciones de alojamiento más seguras a nivel mundial”.
Cambios para la aviación
Después del 11 de septiembre, los controles de seguridad en los aeropuertos de todo el mundo se mejoraron drásticamente, y según los expertos, es probable que los aeropuertos incrementen ahora los exámenes de salud en un intento por combatir el coronavirus. En aeropuertos como el Fiumicino de Roma, los escáneres de temperatura sin contacto ya se han estado usando desde febrero. Emirates se convirtió recientemente en la primera aerolínea en administrar pruebas rápidas de COVID-19 con pequeños análisis realizados con pinchazos en los dedos. JetBlue, American, Delta y United han anunciado que los pasajeros y los asistentes de vuelo deberán usar mascarillas faciales en los vuelos. Miller y Melissa Biggs Bradley, fundadores de Indagare, mencionaron la posibilidad de que se implementen los pasaportes de inmunidad, aunque los expertos médicos aún no están seguros de si las personas que se recuperaron de COVID-19 son realmente inmunes.
“Los aeropuertos deberán repensar todo, desde las líneas de seguridad hasta las cintas de equipaje, a medida que evalúan el espacio para la seguridad del viajero. En la zona de embarque se aplicarán rutas de manera más estricta”, según Belles. Con los aviones casi vacíos, algunas aerolíneas han bloqueado los asientos del medio y están colocando pasajeros separados en cada fila. Pero tendrán que encontrar otras soluciones cuando la demanda comience a recuperarse nuevamente. Según Travel + Leisure, la empresa de fabricación italiana Aviointeriors lanzó un conjunto de diseños que pondrían barreras transparentes entre los pasajeros en asientos económicos.
“Muchas aerolíneas ya se han ido a la quiebra; muchas otras están recortando sus rutas. Tendrán que fletar menos vuelos y el acceso y frecuencia de viaje que todos hemos dado por sentado ha cambiado absolutamente y no volverá en muchos años”. Dijo Biggs Bradley. Como la demanda se ha reducido a una fracción de lo que era. Muchas aerolíneas han retirado aviones más viejos antes de lo que lo hubieran hecho. Esperemos que usen esto como una oportunidad para actualizar su flota. “Lo que queremos ver es que los viajes aéreos se vuelven más sostenibles y las aerolíneas que continúan sobreviviendo utilicen aviones más nuevos. Con el foco puesto en los biocombustibles sostenibles”, dijo Miller.
Problemas para la industria de los cruceros
“La industria de los cruceros se enfrentará a un mayor desafío. Necesitarán realmente un compromiso muy profundo para repensar el modelo de negocio de los cruceros de gran tamaño”, explica Miller. Después de se les impidió ingresar en los puertos y los pasajeros enfermos tuvieron que quedarse varados en el mar. La industria de 50 mil millones de dólares al año dejó de ser confiable para los viajeros. Sin mencionar que una gran parte del público objetivo de las compañías de cruceros está en la categoría de alto riesgo.
Miller ve esto como una oportunidad para que los destinos portuarios establezcan salvaguardas contra el sobreturismo. “Históricamente, los destinos de cruceros han estado en una gran desventaja. La industria de cruceros ha enfrentado destinos entre sí”, dice. Ahora, los destinos tienen la oportunidad de poner límites en la cantidad de pasajeros que pueden desembarcar y comenzar a cobrar los tipos de tarifas que Venecia planea implementar. Las compañías de cruceros podrían tener que alterar los itinerarios y reorganizar el proceso de embarque y desembarque para evitar la aglomeración de pasajeros”.
El sobreturismo y la sostenibilidad
Además de los límites en la cantidad de pasajeros de cruceros que desembarcan, tambien hay límites en el numero de visitantes con acceso a sitios históricos y permanencia. Algunos museos, como la Galleria Borghese de Roma, ya exigen entradas con cita previa para reducir las aglomeraciones, y otros podrían hacer lo mismo.
“Creo que hasta cierto punto el fin del sobreturismo y el fin de los viajes express va a suceder debido a las realidades económicas”. Dice Biggs Bradley. Las consecuencias económicas de COVID-19 han afectando a la industria de viajes y a los viajeros, muchos de los cuales han perdido sus empleos. “En cualquier situación difícil, las personas tienen que reflexionar más sobre lo que están haciendo y cómo están gastando su tiempo y dinero”. Agrega, especulando que las personas podrían hacer menos viajes y ahorrar más.
Todos los expertos coinciden en que los viajes regresarán, pero, por ahora, necesitamos escuchar a las autoridades sanitarias y continuar en casa refugiados. “La gente tiene que ser paciente. Viajar es un privilegio. No un derecho”, señala Miller. “Como ciudadanos globales, podemos marcar la diferencia. Tenemos que pensar cuándo viajamos y cómo viajamos “.
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