El blockchain significa “cadena de bloques”. Nació como actor secundario en la revolución del bitcoin, ya que se trata de la tecnología o el sistema de codificación de la información que está por detrás de la moneda virtual y que sustenta toda su estructura.
¿Qué es?
El blockchain es una tecnología que permite la transferencia de datos digitales con una codificación muy sofisticada y de una manera completamente segura. Sería como el libro de asientos de contabilidad de una empresa en donde se registran todas las entradas y salidas de dinero; en este caso hablamos de un libro de acontecimientos digitales.
Pero, además, contribuye con una tremenda novedad: esta transferencia no requiere de un intermediario centralizado que identifique y certifique la información, sino que está distribuida en múltiples nodos independientes entre sí que la registran y la validan sin necesidad de que haya confianza entre ellos. Una vez introducida, la información no puede ser borrada, solo se podrán añadir nuevos registros, y no será legitimada a menos que la mayoría de ellos se pongan de acuerdo para hacerlo.
¿Cómo funciona?
Para hacernos una idea más clara, podemos imaginar el blockchain como una hoja de cálculo compartida entre miles de equipos. Si uno de estos equipos actualiza la información, el resto dispone de esa nueva base de datos modificada de forma inmediata. Fue la tecnología que sirvió para apoyar al bitcoin con una base de datos que compartiera cualquier registro de forma sistemática. Imprescindible para garantizar transacciones que, como en el caso de las criptomonedas, no están al amparo de ningún banco o autoridad.
Hoy son muchas las startups, empresas tecnológicas, consultorías y proveedores de servicios de comunicaciones que se han volcado en el desarrollo de productos y servicios basados en el blockchain y tecnologías asociadas. Igual que ha sucedido con la Inteligencia Artificial, Machine Learning o Deep Learning, Big Data o IoT, el mercado está orbitando alrededor del blockchain, cuyo valor en 2023 podría alcanzar los 15,90 millones de dólares según datos de la consultora IDC gracias a sus múltiples usos.
Beneficios empresariales
- Gestiones rápidas y eficaces. La ausencia de intermediarios y la disponibilidad de la información al alcance de todos permiten la simplicidad de cualquier gestión. Esto permite a las empresas actuar de forma inmediata ante cualquier imprevisto.
- Seguimiento en tiempo real. Las empresas pueden seguir el curso de una transacción y mantener el control de la información en todo momento. Esto supone que la capacidad y tiempo de reacción ante cualquier cambio es inmediata.
- Seguridad y confianza. La tecnología blockchain utiliza una red de codificadores y algoritmos que impiden la modificación de cualquier dato sin que todas las partes implicadas en una transacción lo sepan. De esta manera, la información es verificada en todo momento y garantiza la seguridad de la misma.
- Tecnología “low cost”. Este servicio permite el ahorro de costes de intermediarios y tiene la capacidad de automatización de procesos. Por ello, facilita a las empresas centrarse en la mejora de la experiencia del cliente y la eficiencia en las operaciones.
- Sistema universal. Esta tecnología permite entablar relaciones comerciales con cualquier cliente potencial del mundo gracias a la posibilidad de vincular los procesos y transacciones de los dispositivos electrónicos mediante infraestructuras tecnológicas.
Por todo ello, la tecnología blockchain se sitúa como la base de la transformación digital que permitirá a las empresas incrementar sus beneficios y supondrá un nuevo modelo de negocio durante los próximos años.