El plan de negocios es el primer paso que los emprendedores deben tener en cuenta a la hora de iniciar un proyecto con miras a expansión y crecimiento. En demasiadas ocasiones los emprendedores, principalmente para proyectos pequeños, desconocen lo que es un plan de negocios. Estos se enteran de su significado a la hora de solicitar un crédito a un banco o una subvención a algún organismo público. Este documento formal es sin embargo una herramienta muy valiosa antes de emprender.
¿Qué es un plan de negocios?
Un plan de negocio es un documento que explica los aspectos esenciales de un proyecto empresarial. Es decir, desde la idea hasta la rentabilidad prevista, pasando por aspectos relevantes de estrategia, marketing, recursos humanos o de técnica.
El plan de negocio se suele dividir principalmente en dos partes. Por un lado, un estudio comercial y de mercado, que explica qué se va a vender (la idea de negocio), a quién se va a vender (segmentación de clientes), contra quién se luchará (estudio de competencia), con qué precios, que política comercial, etc.
Por otra parte, un estudio económico y financiero detalla desde las ventas hasta el resultado después de impuestos, repasando aspectos fundamentales como la inversión y su financiación, las ventas y sus márgenes, los gastos, la tesorería, la tasa interna de rentabilidad, el punto de equilibrio, etc.
Otros elementos muy importantes que suelen incluirse en el plan de empresa son la descripción del equipo promotor (explicando por qué motivo son los mejores para liderar el proyecto), el plan de producción, y aspectos fundamentales como el personal, los temas jurídicos o la tecnología.
¿Para qué sirve?
El plan de negocio tiene en mi opinión dos grandes objetivos. En primer lugar es una herramienta de previsión para el emprendedor. Le permite hacer un trabajo muy exhaustivo sobre su proyecto, y plantearse muchas preguntas. Si se hace seriamente, esto es un método formidable para anticiparse a los problemas y corregir la estrategia a tiempo. Está claro que no se puede prever todo, pero una buena preparación es muy valiosa.
En segundo lugar, es una herramienta de venta para convencer a los posibles inversores y fuentes de financiación. Un plan de empresa completo, serio y basado en hipótesis contrastables permite demostrar a los interlocutores las posibilidades del proyecto y su rentabilidad estimada. Tiene que ser atractivo, fácil de leer y adaptarse a cada público (por lo que se suelen hacer versiones diferentes).