Tesla Motors es la última revolución en materia automovilística. Creada en el año 2003, en Silicon Valley, California, por Elon Musk –uno de los genios empresariales de nuestra era– Esta compañía ha transformado la industria automotriz, no sólo por ubicarse en la vanguardia con la fabricación de carros eléctricos, sino por el hecho de ofrecer a la humanidad la posibilidad de liberar todas sus patentes, para potenciar el desarrollo y la producción en masa de vehículos eléctricos.
El nombre de la compañía, proviene del genio serbio Nikola Tesla (uno de los científicos más creativos, revolucionarios e infravalorados de todos los tiempos), hace referencia al uso en los autos de un motor electrico, que trabaja con corriente alterna, similar al ideado por Tesla hace casi 150 años. En la actualidad, esta compañía reinvierte los beneficios obtenidos, con la comercialización de cada uno de sus modelos, para conseguir crear el carro eléctrico definitivo.
Elon Musk, CEO de Tesla, ha demostrado la viabilidad y ventajas de los autos eléctricos y está cambiando el paradigma vehicular como en su día lo hizo Steve Jobs con la telefonía celular.
El modelo de negocio de Tesla ha sido motivos de controversias desde sus inicios. Su rentabilidad aun no es concreta. Aunque siempre se supera y sale adelante, no deja de tener pérdidas millonarias, retrasos en la producción y problemas de plazos, sin dar abasto con la demanda. Sin embargo, ha conseguido cambiar la mentalidad de las personas en muy poco tiempo, dejando claro que es una compañía que no puede medirse al mismo nivel que el resto.
Subirse a un Tesla es montarse en el futuro. La experiencia de manejo no se compara a la de ningún otro auto. Mientras las marcas se dedican a mejoran los elementos clásicos del automóvil, Tesla simplifica el hardware, lo hace más eficiente y como iPhone en su momento, lo invisibilidad convirtiendo una pantalla de 15” a 17” en su centro de control.
En el 2018, Consumer Reports dejó de recomendar el Tesla Model 3 por “inconsistencia en las distancias de frenado que estaban lejos de las reportadas por el propio fabricante”. Elon Musk prometió́ arreglar el problema con una actualización de software y ante los ojos atónitos del mundo lo consiguió́. Consumer Reports no solo cambió su opinión sobre el Model 3, sino que uno de sus especialistas declaró que tras 19 años probando autos, era la primera vez que veía uno mejorar su performance de frenado con una actualización.
Tesla ha demostrado la viabilidad de dejar de depender del petróleo y que los autos eléctricos pueden ser mejores que los convencionales. Eduardo Arcos señala que al manejar un Tesla: “La aceleración es mayor, es inmediata al haber menos componentes entre pedal y ruedas y pesar menos. El centro de gravedad es distinto, la transmisión eléctrica está debajo de los ocupantes, reduciendo los riesgos de vuelco. Aún sin conducción autónoma total, ir por la autopista con el Autopiloto es una de las mejores experiencias de conducción que he tenido. Cuando dejas atrás la sensación extraña de que el coche acelera, desacelera y gira solo y entiendes que lo hará́ mejor que tú, todo se simplifica”.
En un mundo donde la tecnología está casi exclusivamente al servicio de lo que genera capital, sin importar el costo real para el planeta y las personas, Tesla llega como una apuesta, de que el cambio es posible, simplemente porque ya está ocurriendo.