Administrar el tiempo en el trabajo. ¿Cómo lo hacemos?
Administrar el tiempo en el trabajo es fundamental, ya que vivimos sobrecargados de tareas y distracciones. Si aprendemos a administrar el tiempo nuestra productividad y calidad de nuestro trabajo mejorará en pro de nuestro propio beneficio y el de la empresa.
Dejemos ya de lado esa patética frase “No tengo tiempo”. Empecemos a planificar nuestro tiempo, de esta forma agilizaremos nuestras actividades, cumpliremos con nuestros compromisos en la fecha planificada, la presión laboral será mucho menor y mas llevadera, entre otras.
Entonces, ¿Qué debemos hacer para administrar el tiempo en el trabajo?
Recomendaciones para administrar el tiempo en el trabajo
En primer lugar, debemos trabajar en un entorno ordenado y organizado. No podemos hablar de administrar el tiempo si nuestro lugar está totalmente desordenado.
Dediquemos unos minutos para organizar documentos y herramientas de trabajo, hagamos de nuestro entorno un espacio limpio y organizado.
La agenda es nuestra mejor herramienta en la administración del tiempo. Una libreta y un bolígrafo nos permite planificar, organizar y dirigir todas nuestras tareas, citas y compromisos. Es indispensable tenerla siempre a mano para apuntar cualquier eventualidad que surja y poder revisarla regularmente para recordarlos.
En función de nuestros objetivos, planificaremos nuestras tareas y funciones. Identifiquemos las tareas a realizar cada semana (o cada mes, en función de la magnitud del proyecto).
Con la agenda en la mano podremos priorizar. Jerarquizar las tareas reservamos el tiempo para sacar los compromisos prioritarios. Es fundamental definir cuáles son las tareas mas importantes para asegurarnos de su ejecución.
Cuando tengamos el tiempo asignado para realizar cada tarea, planifiquemos la realización de las que no son tan urgentes. Siempre tenemos que contar con un margen para afrontar posibles imprevistos.
Debemos conocer cuáles son nuestras horas de mejor rendimiento, en las que estamos más concentrados. Al realizar las tareas prioritarias en esas horas el resultado será mejor. Las tareas no prioritarias las realizaremos siempre en nuestras franjas horarias de menor rendimiento.
El descanso es elemental para administración el tiempo. Recesos cortos nos ayuda recargar energías, desconectar de tareas poco agradables y llenarnos de optimismo.
Muchas veces la mala administración del tiempo tiene su origen en malos hábitos. Nunca dejemos de cuestionar nuestro método de trabajo para buscar mejoras. Por último, identifica tus principales vías de pérdida de tiempo y prepara un plan para combatirlos.