Cómo controlar la inteligencia emocional, es una pregunta que muchas veces nos hacemos, y aunque no es una tarea fácil, tampoco es imposible de lograrlo. Todo va en nuestra voluntad para no dejarnos agobiar por los malos pensamientos.
En ocasiones se aloja en nuestra mente ideas y pensamientos negativos que nos conducen a la frustración, ansiedad, tristeza, enojo entre otras. Es en esos momentos cuando debemos tomar el control de nuestras emociones y transformar toda esa negatividad en pensamientos positivos. ¿Qué debemos hacer para controlar la inteligencia emocional?
Pasos para controlar la inteligencia emocional
1.- Respirar tiene un efecto sedante en la mente, además de que es capaz de calmar cualquier emoción. la respiración profunda es la mejor forma de conectar nuestro cerebro con el resto de nuestro cuerpo, de conectarnos con el hoy y el ahora. Para tener conciencia de nuestras emociones; solo cinco respiraciones profundas. percibiremos la situación que enfrentamos de otra forma.
2.- Los pensamientos alimentan las emociones. Nos enfurecemos en la medida que pensamos en la causa de nuestra ira, debemos transformar ese pensamiento. El primer pensamiento que se debe de traer a la mente es que soy inteligente y debo de actuar como tal. El calificarme como inteligente ayuda a que actué como tal, y cree una mejor actitud. Toda persona inteligente observa la situación y reflexiona como puede mejorarla.
3.- Evitar personas toxicas o situaciones perjudiciales. Hay momentos y situaciones que lleva al descontrol emocional. Lo mejor en estos casos, es abandonar el dilema; alejarse de las personas que nos descontrolan. Caminar al aire libre es una de las mejores terapias para superar sentimientos intensos.
4.-Los pensamientos negativos alimentan la mala actitud. Ante esto, debemos forzar nuestra mente a que piense en cosas agradables, momentos felices, situaciones en positivo. Nada bueno se puede sacar de pensar en momentos de ofuscación, primero nos relajamos y luego pensamos. Hay actividades que ayudan mucho a relajarnos: los juegos de vídeo, los deportes, chatear, caminar.
5.-Hay situaciones en las que verdaderamente la embarramos, es nuestra culpa, destruimos nuestra vida y la de los demás. Pero no debemos presionarnos tanto, no somos robots que estamos programados para hacer todo con precisión. Errar es de humanos, y no estamos exentos de tomar malas decisiones, no somos el culmen de la sabiduría como para sabérnoslas todas. Lo único sensato es construir de nuevo.
6.- A veces la situación es una verdadera pérdida. Nos duele perder todo nuestro esfuerzo en un momento, saber que es algo que no va a volver. Pero esa es la vida, se pierde y se gana, quien no es fuerte en la derrota no es digno de la victoria. No siempre podemos, no siempre estamos preparados para las cosas, acéptalo. La derrota forma parte del ciclo de la vida, es una experiencia que nos enseña los errores que no debemos cometer, seguro que con lo que aprendamos, seremos capaces de hacer mejor las cosas la próxima vez. Quien pierde y mantiene compostura da la impresión de que no perdió nada.
7.- Todo depende de nuestra actitud. De la forma como reaccionemos y enfrentemos la situación; dependerá el éxito. Si la asumimos con una actitud de derrota, de negativismo, si damos la impresión que nos dejó sin fuerzas, entonces, nadie nos apoyará, nadie creerá que podamos salir adelante, y las malas intenciones de otros encontrará una perfecta oportunidad para reproducirse.
Es por eso que cuando algo malo nos suceda; debemos actuar con inteligencia emocional. debemos dar la impresión de que sabemos manejar la situación. Creer firmemente que lo vamos a superar, y entonces empezaremos a recibir apoyo de otros, nuestros enemigos y quienes nos envidia no se atreverán a luchar contra nosotros porque estamos preparados. Lo más importante es que empezará a coger fuerza nuestra personalidad positiva, y permitirá el flujo de buenas ideas.