Un cutis perfecto es el sueño de cualquiera, ya que nuestro rostro es la primera imagen que ofrecemos al resto de las personas. Por ello nos preocupa de tal forma que buscamos solución a cualquier imperfección que podamos tener. Uno de los problemas más frecuentes en el rostro es el exceso de grasa facial.
Este problema resulta incómodo. La grasa se acumula en granos que nos afean el rostro causando pequeñas cicatrices producto de la eliminación forzosa de la acumulación de grasa antes de que el cuerpo lo haga por sí solo.
Aquí explicamos las causas de la piel grasa. Cómo prevenirla, remediarla y qué tratamientos hacer para lucir un cutis perfecto.
Síntomas
Lo primero es saber a qué se debe la acumulación de grasa facial. Generalmente esto se debe a la acumulación de sebo, lo que hace que la piel se distienda y además aparecen orificios pilosos dilatados, lo que se suele conocer como granos. No debemos confundir con el acné ya que no siempre es este el problema.
Identificarlo
Identificar el cutis graso es algo fácil, ya que se aprecia un rostro brillante, húmedo y poroso. No es un rostro uniforme, sino que se caracteriza por pequeñas protuberancias e imperfecciones causadas por el exceso de sebo.
Generalmente las personas que lo sufren refieren una sensación de tener la piel sucia. Es importante destacar que debemos vigilar el contenido graso de aquellos productos que usamos para el rostro como tónicos limpiadores, cremas, etc.
Causas
Existen diferentes causas que pueden producir exceso de sebo en la piel y se ve reflejado en nuestro rostro. Es muy importante intentar remediar las causas, para que el problema no persista.
Entre los factores más comunes destacan los cambios hormonales, una mala alimentación e hidratación, situaciones que nos produzcan estrés o ansiedad, o incluso factores hereditarios más complejos. Realmente, la alimentación es uno de los factores que más se aprecian en las condiciones de la piel, así como la hidratación; pero en este caso el factor hormonal o la toma de ciertas medicaciones hacen que se agraven los síntomas en muchos casos, por ello vamos a explicar dentro de estas causas cómo podemos actuar según nuestro problema.
La alimentación es un factor fuerte en este problema. Si consumimos productos excesivamente grasos o dulces en exceso se acumularán en forma de grasa en nuestro organismo. Si el cuerpo no quema esta grasa el exceso se percibirá en nuestra piel.
Por ello te recomendamos que no consumas productos ricos en grasas saturadas y trans, que son difíciles de eliminar por parte del organismo. Recomendamos un mayor consumo de frutas, verduras, cereales de grano entero, productos naturales no procesados y que elijas las grasas naturales de origen vegetal como el aceite de oliva, coco o el aguacate y las grasas de origen animal más saludables como el omega 3 del pescado o provenientes de carnes magras, sin grasa.
La hidratación tanto a nivel dérmica como desde el interior es fundamental para mantener una piel lustrosa. Recuerda que si el organismo no está hidratado no puede eliminar las toxinas que se producen y el exceso de grasa no se eliminará correctamente si el cuerpo no está hidratado. Toma bastante agua durante el día y además hidrata tu piel con cremas, vigila que sean para pieles con exceso de grasa.
Las alteraciones hormonales y los factores genéticos son unos de los motivos de mayor dificultad a la hora de corregirlos. Debemos acudir a un especialista dermatólogo para que nos oriente en según el problema.
El uso de anticonceptivos es una de las causas que por acumulación de ciertas hormonas hacen que el organismo produzca más grasa. Debemos vigilar los cambios para tratar de identificar las causas. En las mujeres los períodos de ovulación y menstruación también modifican la producción de sebo.
Las situaciones de estrés y ansiedad hacen que la producción de grasa se modifique también por lo que debemos tener en cuenta que los problemas emocionales, la falta de sueño o cualquier otro problema psicológico hará que se modifiquen las condiciones y la concentración hormonal en el organismo; lo que puede derivar en un exceso de grasa.
Debemos tratar de controlar estos estados a través de la práctica de actividades que nos relajen como el yoga, o a través del deporte que nos permitirá canalizar la energía en estados de nerviosismo.
Tratamiento
La limpieza facial diaria es vital para poner fin al problema. Es importante lavar la cara al menos dos veces al día para conseguir eliminar el exceso de grasa.
Existen múltiples de productos que pueden ayudar a disminuir la grasa de la piel. También existen cantidad de remedios caseros para hacer que la piel luzca mejor y vayan disminuyendo los efectos de esa acumulación de grasa.
Puede ser de gran ayuda utilizar aceite de Borraja, del que encontrarás aquí toda la información, ya que actúa como regulador de la producción de sebo.
Recuerda que debes lavar tu rostro dos veces al día, una vez al levantarte y antes de acostarte, dado que por la noche se produce la oxigenación más completa de la piel con la consigue eliminar todas las toxinas. Puedes ver aquí otros consejos para una piel sana.
No olvides mantener unas condiciones higiénicas óptimas para garantizar un correcto estado de la piel del rostro cuidando cada detalle y tratando de no abusar de los productos químicos. Si quieres saber cómo proteger tu piel te aconsejamos que leas Cómo proteger tu piel del sol, es muy importante para cuidar tu piel que la protejas de los agentes externos.