El papel de la mujer en la gestión empresarial es cada vez más destacado. Aunque aún queda mucho camino por recorrer, hoy hay más mujeres directivas y emprendedoras que nunca.
Para nadie es un secreto, los obstáculos que debe atravesar las mujeres para alcanzar puestos de liderazgo. Hoy día, las organizaciones por fin entienden que esa gestión femenina es positiva. Además de favorecer la integración de la diversidad, también mejora el perfil innovador de las empresas.
Está comprobado que, la participación de las mujeres en el mercado laboral y particularmente en altos cargos directivos ofrece ventajas competitivas que cada día son más evidentes en el mundo empresarial.
En una empresa donde haya un importante número de mujeres, las metas se logran con mayor eficiencia y rapidez. Resultado de factores como el compromiso, coherencia entre lo que se dice y se hace, confianza, empatía y capacidad de trabajo.
Todos sabemos que la cultura empresarial se enriquece cuando es capaz de integrar más perfiles de forma sencilla. Cuando el cambio organizativo que la robustece, la hace capaz de enfrentarse a nuevos retos y oportunidades.
Los diferentes estilos de liderazgo femeninos se agrupan perfectamente con los masculinos. Su interacción evita que la organización de la empresa se vuelva de piedra. La diversidad ofrece un abanico opciones que ayudan a descubrir previamente los problemas y su solución. Y, por esto, repercute sin duda en la cuenta de pérdidas y ganancias de las empresas.